(Diseño Ian Arsenault)

¿Cómo lucirán las páginas del Chicago Sun-Times ahora que el medio decidió despedir a todo su staff de fotógrafos? Esta es la primera pregunta que se formula en la mente de cualquiera. Puede que los filtros que ofrece Instagram contribuyan a mejorar el diseño de las imágenes, pero lo que importa en este trabajo es el concepto que éstas tiene para narrar una historia.

Como se sabe, el diario capacitará a sus periodistas para que éstos aprendan a capturar escenas desde un iPhone. Los reporteros tendrán que hacer un doble trabajo en adelante. ¿El Sun-Times intenta adaptarse a esta era digital o sucumbió ante ella?

Ya hemos dicho que el fotoperiodista es un profesional irremplazable porque sabe cómo ubicarse en los distintos escenarios que le impone la labor periodística, porque tiene una mirada aguda y distinta de un hecho, y porque la experiencia y el talento que se debe tener en esta actividad no la gana cualquiera. 

Ahora que este medio ha apartado de sí el elemento que lo ha llevado a ser referente en el competitivo mercado estadounidense, el futuro del periodismo aquí es más incierto. El trabajo de sus fotógrafos lo elevó al más alto nivel de profesionalismo.

No se le puede pedir tal responsabilidad a un periodista que está ocupado en desarrollar una historia. Como se ha mencionado, así es fácil olvidarse de capturar emociones y sensaciones que da el espacio de un suceso en una fotografía.

Publicado por:

Alvaro Reyes

Editor de contenidos en @cdperiodismo

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