Por Eileen Rada (*) 

“Todo comunica”, decía constantemente uno de mis profesores. El mundo de la comunicación es tan fantástico y complejo que el simple acto de guardar silencio puede comunicar muchas cosas. Los humanos constantemente enviamos mensajes a otros aunque no tengamos la menor intenciòn de hacerlo. Así somos.

La vida cotidiana es fantástica para explicar esta situaciones. Por ejemplo: hace algunos días fui testigo de un encuentro no planeado entre dos amigos que se encontraron en el metro y que, sin saberlo, me hicieron recordar la importancia del lenguaje no verbal. Verán por qué.

El muchacho tenía su mirada fija en el vacío cuando la chica llegó a saludarlo con una notoria efusividad. Como por arte de magia, los ojos de ambos se iluminaron. Sonrisas iban y venían entre estación y estación. Los gestos de emoción, las caricias sutiles y las palmaditas en los brazos eran evidentes. Mientras hablaban sobre la universidad, sus labios pronunciaban términos matemáticos, pero sus cuerpos comunicaban que ambos querían ser algo más que compañeros de clases. En ese momento me convencí de que el cuerpo dice lo que las palabras callan.

Lo que ocurrió en esta historia es muy común. Por ejemplo, ¿cuántas veces has notado que alguien dice que está bien y su expresión corporal comunica algo totalmente distinto? Detrás del silencio también hay muchas señales que pueden interpretarse. Los humanos tenemos la capacidad innata de comunicar con o sin palabras. De no ser así, ¿cómo los mimos nos robarían carcajadas y tristezas empleando sólo gestos?, ¿cómo el cine mundo nos haría suspirar? Aunque no existan palabras de por medio, el cuerpo se encarga de llevar mensajes muy claros, intencionalmente o no.

La comunicación no verbal es estudiada por distintas disciplinas como la kinesia, la paralingüísticay la proxémica. La programación neurolingüística también juega un papel importante. Este modelo de comunicación permite conocer cómo la mente humana procesa la información.

Lo interesante del asunto es que a través de la comunicación no verbal se pueden conocer muchos detalles importantes sobre las personas. El lenguaje corporal permite saber o, por lo menos, dar pistas de que alguien está mintiendo, si está interesado o no en otra persona, logra proyectar la imagen personal y mucho más. Como indica Jesús Enrique Rosas, especialista en lenguaje corporal y persuasión, también existen indicios no verbales que muestran si tu hijo ha sido maltratado en la escuela.

El lenguaje no verbal no sólo sirve para revelar sentimientos, pensamientos y estados de ánimo ocultos; también permite apoyar nuestro discurso si se usa de manera correcta y en congruencia con el lenguaje verbal. Esto es ideal para que exista una comunicación efectiva.

Queramos o no, un gesto puede decir mucho más que mil palabras. Depende de cada uno de nosotros aprender a comprender su idioma. Mientras tanto, sigo preguntándome si los compañeros de clases que encontré en el metro habrán comprendido el romántico mensaje que se escondía detrás de aquella conversación sobre matemáticas.

(*)  Eileen Rada es estudiante de Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela. En Twitter la encuentras como @SoyEileen.

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