Las amenazas que afronta el diario Noroeste, de Sinaloa, México, incluyen un atentado a su director Adrián López Ortiz. A pesar de ello, el rotativo no guardará silencio.

En el editorial “Callar no es opción”, se advierte que las libertades e instituciones democráticas corren un grave peligro en Sinaloa: “Más, si tomamos en cuenta que la libertad de expresión y el derecho a la vida son vistas por el poder como un estorbo que hay que sacudir. Por el contrario, la impunidad y la corrupción son las grandes murallas que se erigen para debilitar la confianza ciudadana hacia las instituciones”. 

Noroeste llama la atención sobre el silencio de parte de la sociedad, acaso la mejor manera de sobrevivir. Así, en Sinaloa se ha optado por cerrar la boca para no sufrir represalias. El diario tiene claro que eso no es periodismo, a pesar de los riesgos.

“En el periodismo no podemos callar. Ejercer la omertá va en contra de la esencia periodística, la cual busca investigar la verdad y difundirla, aunque haya quienes quieran mantenerla oculta. En Noroeste, con 40 años de práctica periodística independiente, hemos investigado, hemos publicado y hemos sufrido las consecuencias”. 

Desde 2010 a la fecha, Noroeste ha sufrido 67 ataques desde disparos a sus edificios, intimidación a periodistas, cabezas humanas lanzadas a la puerta de las casas de los informadores y lo más reciente: un ataque a quemarropa al director.

El diario pidió al presidente Enrique Peña Nieto y a su Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y al Procurador Jesús Murillo Karam, que garanticen la seguridad. Esperan poco de las autoridades de Sinaloa.

Publicado por:

@cdperiodismo

Sígueme