El periodista y escritor Juan Cruz ha publicado en el periódico El País un interesante texto titulado “Para ser periodista hace falta papel y lápiz”.

El autor analiza el carácter vocacional del periodismo y la importancia de que quienes lo ejercen sientan verdadera pasión, a pesar de que en ocasiones las circunstancias no son las mejores.

La primera idea que dispara es la siguiente: si bien muchas cosas han variado en el periodismo, una de las tantas permanece intacta. “Lo que no ha variado es el carácter vocacional del periodismo. Es cierto que el glamour (muchas veces impostado) que le han dado al periodismo las series de televisión, las películas o la ficción que genera este trabajo desde que se ejerce han hecho pensar a los que lo contemplan desde fuera que periodista y héroe, o villano, son lo mismo“.

El periodista es un servidor público que cuando es arrogante es patético y que cuando es demasiado humilde es igualmente irritante, anota.

Cruz resalta la humanidad de los reporteros y recuerda que un periodista será siempre un ciudadano “como otro cualquiera que sabe algo y lo cuenta, con una obligación suplementaria a la de cualquier ciudadano que sabe una cosa y la cuenta: que pocos como él (los jueces, sin duda) están tan obligados como él a confirmar lo que dicen saber”.

Sobre la eterna polémica sobre la existencia de la verdad en el periodismo, el autor señala que esta no existe, pero que nuestra labor consiste en acercársele, y esto solo se logrará gracias a una irreductible pasión. A través de la vocación.

“Este es un oficio vocacional o no es nada. Si trabajas mirando el reloj para ver a qué hora comienzan tus vacaciones, entonces estás de prestado en este trabajo. Y no es un trabajo tan esforzado como otros (trabajar en una mina, en la construcción de los cimientos de una casa, en un taller mecánico, son mucho más esforzados que trabajar en un periódico, millones de veces más), pero sería insufrible si no lo hubieras elegido“, manifiesta y agrega que “es cierto que da satisfacciones que sólo entiende aquel que lo ejerce porque lo eligió también como una forma de vida”.

Para aquellos que aseguran que el periodismo está enfermo, agonizante, mal de salud, Cruz les responde: “El oficio está vivo”.

La reflexión final es hermosa, pues en este contexto donde el periodista considera necesario estar a la vanguardia de la tecnología para poder desempeñarse adecuadamente, Juan Cruz, un viejo zorro en el oficio, exalta el valor de la vocación. “Mucha gente hay por ahí sabiendo que no hace falta mucha parafernalia para ejercer, basta papel y lápiz, pero si no tienes vocación no serás nunca un periodista”.

Con información de El País.

Publicado por:

Milagros Olivera Noriega

Feminista. Estudio Periodismo en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Fui editora de Cultura de Diario16.

Sígueme

Twitter