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10 razones para no comprar el diario hoy

Por Esther Vargas

Publicado el 22 de octubre del 2010

No hay ningún rigor en este decálogo. Pero debo confesar que elaborarlo me ha hecho pensar en lo mal que a veces se hacen las cosas en las organizaciones de noticias (soy parte de una, y no estoy al margen).

Me reuní con cinco profesionales que no están ligados a los medios, pero que consumen información todo el tiempo, ya sea en el papel, en la radio, en la web o en la televisión. Todo comenzó con una pregunta: ¿Ya compraste el diario hoy? Y uno de ellos respondió: ¿Por qué tendría que comprarlo? No se referían a un diario específico.

Entre tazas de café, cigarrillos y BlackBerrys (+ mi iPhone) -desde donde leíamos las noticias de la mañana- recopilé sus opiniones, las cuales -creo- servirán para reflexionar sobre lo bien o mal que estamos haciendo nuestro trabajo.

1. Las notas están mal escritas: frases hechas, redundancias, lugares comunes… Es evidente que redactor y editor no se han dado el trabajo de revisar acuciosamente los textos antes de publicarlos.
2. Todo lo que está en el papel ya lo leí en la web, en Twitter y en Facebook.
3. En la web, en los blogs, en Twitter y en Facebook hay enfoques más interesantes de una misma noticia, más contexto, más historias fascinantes y debates en tiempo real (también hay basura, como en todas partes).
4. El diario se ha olvidado de lo que ocurre en la esquina del lector, en el pequeño barrio de la periferia, en el centro de la ciudad… El diario ya no ve lo que le pasa a la gente por dar espacio a comunicados de prensa, cables de agencias y notas oficiales que salen de las oficinas de los poderosos.
5. El periodista no domina el lenguaje porque simplemente no lee. “Me gustaría preguntarle a uno de ellos -de cualquier diario- qué libro está leyendo o cuál fue el último”.
6. En el diario no hay personajes, tampoco hay historias. En el diario hay puros ‘dijo’, ‘manifestó’, ‘consideró’… que, a la larga, no dicen nada. La crónica parece en peligro de extinción.
7. Son pocos los periodistas que tienen respeto por su propia firma. Suscriben notas que son idénticas a otras, y a otras, y a otras.
8. El periodista no recibe capacitación o actualización de su medio. El periodista no busca capacitarse o actualizarse por su cuenta. El periodista espera que todo le caiga del cielo. Y nada cae.
9. En los comentarios de las webs hay tan buenas historias que uno se pregunta: ¿por qué diablos el periodista no las lee y se inspira para, al día siguiente, ofrecernos algo mejor?
10. El periódico (casi todos) se me hace lejano y no logro identificarme ni con su voz ni con los que lo hacen, porque parecen indiferentes e insensibles a lo que pasa en el país, más allá del escándalo.

Por suerte, hay excepciones.

Publicado por:

Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.

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