Claves

"El infografista no se debe definir como diseñador gráfico, sino como periodista"

Por Cindy Villegas

Publicado el 31 de octubre del 2011

 

No solo los periodistas deben salir a las calles, sino también los infografistas. Alberto Cairo, director del área de Infografía de la revista brasileña Época y bloguero del diario El País de España, conversó con Clasesdeperiodismo.com sobre el periodismo de datos, las características que definen a los visualizadores, los medios latinoamericanos y el próximo lanzamiento de su segundo libro El arte funcional: infografía y visualización de información.

Últimamente hay una explosión de gráficos y mapas, casi todo se intenta representar en una infografía, pero con ello se ha descuidado la calidad, ¿qué características esenciales debe tener una infografía para lograr su objetivo?

En El arte funcional explico que el principal criterio de calidad de un gráfico es que sirva para responder preguntas. Un gráfico es una tecnología, una herramienta y, como tal, su forma tiene que estar adaptada a las tareas que debe facilitar. Por ejemplo, si uno quiere que su lector sea capaz de comparar de forma precisa dos cantidades, no las represente como burbujas, porque el cerebro no es bueno comparando áreas. Es mejor hacerlo con barras, porque el cerebro es mejor comparando una única magnitud: altura o longitud. Eso no quiere decir que uno no pueda usar formas gráficas novedosas y creativas pero, al hacerlo, tiene que tener una buena razón. No debe utilizar un tipo de gráfico inusual sólo porque va a quedar más bonito en la página.

La segunda idea es que la estética de un gráfico es importante, pero lo principal es su funcionalidad. Muchos diseñadores piensan primero en el estilo de ilustración, las tipografías y los colores antes de que en los datos y en cómo organizar la información de forma que sea clara, precisa y profunda. Bastantes periodistas apoyan esta idea porque piensan que un gráfico es una ilustración, algo que existe para rellenar un espacio vacío y para “simplificar” informaciones en una era en la que los lectores ya no leen. Yo soy contrario a esa ideología. Un gráfico es una herramienta para aclarar y para permitir la exploración profunda de los datos por medio de su representación por medio de formas abstractas.

¿Cuál cree que es la importancia del periodismo de datos en estas épocas en que el periodismo viene cambiando gracias a la tecnología?

Hoy en día es un problema que muchos comunicadores tengan conocimientos pequeños o nulos de estadística y matemáticas. Me refiero a no saber cosas tan básicas como la diferencia entre una media y una mediana. Eso es un peligro para la democracia porque la cantidad de datos disponibles está creciendo muy rápidamente y la profesión que, en teoría tiene la responsabilidad de extraer lo esencial de ellos, no sabe hacerlo bien. Así que la respuesta es que la importancia es enorme. Y el periodismo de datos, en contra de lo que se piensa, no tiene nada que ver con el uso de complejos scripts de programación o herramientas de software, aunque todo eso ayude. Basta tener ciertos conocimientos de cómo manejar números, lápiz, papel, y tal vez una hoja de cálculo, tipo Excel.

Los medios han apostado por difundir sus contenidos en plataformas móviles, ¿cómo deben cambiar las infografías para adaptarse a esos canales?

Obviamente, teniendo en cuenta que la escala de la pantalla es menor, por lo que tienen que cambiar las formas de interacción y la resolución de las imágenes.

Medios norteamericanos y europeos usan mucho las infografías y tienen equipos dedicados, ¿por qué eso no sucede en la mayoría de diarios latinoamericanos?

Depende mucho de qué tipo de diarios y medios hablemos. Los grandes, en general, tienen fantásticos equipos de infografía que compiten en foros internacionales como Malofiej en igualdad de condiciones con grandes nombres como The New York Times. En diarios menores es cierto que el panorama es diferente. Creo que aquí confluyen dos factores: primero, muchos editores no saben para qué sirven los gráficos, no tienen cultura visual ni cuantitativa, y continúan con una mentalidad de comienzos de siglo, de que el periodismo consiste en irse al bar con tus fuentes para sonsacar información. Es cierto que parte de la profesión se dedica a eso, pero también descubre historias investigando registros públicos y privados imposibles de acceder sin unos mínimos conocimientos técnicos. El segundo factor es que un buen infografista es caro porque es un bien escaso. No es lo mismo un diseñador gráfico genérico que un visualizador de información. El primero es una criatura más común, pero no necesariamente va a poder sustituir al segundo en igualdad de condiciones.

¿Cuál es su opinión sobre las infografías que se elaboran en medios latinoamericanos?

Hay excelentes profesionales en todos los países. Citar algunos puede ser injusto, porque siempre voy a olvidarme de alguien, pero ahí va: La Nación y Clarín (Argentina), El Mercurio y La Tercera (Chile), Estado de São Paulo (Brasil), El Comercio (Perú)… Que me disculpen los compañeros que no he mencionado. En general, pienso que el nivel de la infografía latinoamericana, por lo menos en los grandes medios, es muy bueno.

¿Qué características definen a un infografista?

La primera es la curiosidad; el infografista, como cualquier periodista, tiene que ser un lector ávido, siempre deseando saber más y más. La segunda, el respeto por la inteligencia de los lectores; todavía hay muchos editores que piensan que los gráficos deben ser lo más simples posible porque el lector medio tiene una inteligencia baja (éste es un prejuicio muy común en las redacciones, por cierto). La tercera, la ética (muestra solo lo que sepas). Después vienen los conocimientos técnicos y teóricos.

Con respecto a su experiencia en la dirección del área de infografía de la revista Época, nos puede contar un poco, ¿cómo se crea una infografía en dicho medio?

Crear los gráficos en Época es un proceso bastante orgánico. Cada semana tenemos una sección llamada Diagrama, en la que contamos una historia a través de mapas, gráficas, esquemas e ilustraciones. Es nuestro reportaje infográfico y también nuestro pequeño laboratorio donde experimentamos con formas gráficas poco comunes. El Diagrama comienza siempre con una idea que tenga cierta actualidad y que puede venir de cualquier persona: reporteros, editores, diseñadores, fotógrafos… Una vez definida la idea y el enfoque, pasamos a buscar datos, entrevistar fuentes, etc. Juntamos todo el material y realizamos abundantes esbozos y storyboards para definir la estructura narrativa del gráfico. Luego, escribimos los textos y trabajamos en el computador. Si lo piensa, no es un proceso muy diferente al que uno sigue cuando escribe un reportaje escrito. El Diagrama, de hecho, fue definido como un reportaje visual.

Todo ello tiene que ver con el principal cambio cultural que he intentado llevar a Época: definir al infografista/visualizador no como diseñador gráfico, sino como periodista. Eso implica que el profesional comienza a comportarse no como un sujeto pasivo que espera a que le lleguen datos para traducirlos en el computador, sino que tiene un papel más activo en la definición de las historias: habla con las fuentes, entrevista a testigos, se sumerge en enormes bases de datos públicos en busca de hechos curiosos, escribe los textos para sus proyectos, etc. A pesar de que esta idea no es nada nueva (es así como se trabaja en España y en Estados Unidos), en Brasil parece ajena.

En noviembre lanzará su nuevo libro El arte funcional: infografía y visualización de información, ¿qué temas tratará en este?

El arte funcional está dividido en cuatro partes. La primera es una introducción a los conceptos fundamentales de la representación visual de datos y datos sobre cómo crear un buen gráfico, qué significa que un gráfico debe ser funcional, cómo organizar lo que deseas mostrar, cómo evitar errores comunes, cuál es el rol de la estética, etc.

La segunda son tres capítulos sobre la historia de la cartografía, la visualización científica y los gráficos estadísticos. El motivo por el que incluí tres capítulos sobre ello es que muchos diseñadores y periodistas no se dan cuenta de que en las universidades se está haciendo mucha investigación sobre por qué los lectores leen como leen y ven como ven. Y los resultados de esos experimentos son directamente aplicables a lo que hacemos todos los días. La tercera es una introducción a nociones básicas de Psicología cognitiva y de la percepción. La cuarta sección es una descripción de varios proyectos de infografía y visualización, sobre cómo fueron creados desde el inicio hasta el final.

¿Qué diferencias tendrá con su anterior publicación Infografía 2.0: visualización interactiva de información en prensa?

Infografía 2.0 está más centrado en la visualización interactiva y en una descripción pormenorizada del funcionamiento del departamento de gráficos de The New York Times. El arte funcional va un paso atrás, a las bases, a las raíces. Es una introducción general a los cimientos de la profesión. Son libros complementarios.

¿Cuándo saldrá a la venta ?

Sale en España este 8 de noviembre. Se podrá comprar en librerías y, para quien quiera adquirirlo desde otros países, en Amazon España.

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