Foto: AFP

La última semana, dos periodistas fallecieron en Siria. Además, otros corresponsales resultaron heridos en un bombardeo en Homs y aún no han sido atendidos quirúrgicamente.

¿Qué tan difícil es ser reportero en ese país? The Guardian recogió varios testimonios. Resumimos algunas impresiones:

Lyce Doucet, de la BBC, señaló que la mayoría de periodistas no va a la guerra para morir. Pero cada muerte de un colega hace pensar esa posibilidad. De hecho, un viejo amigo de ella le dijo que debe asumir que fallecerá en cualquier momento. Luego se lo contó a su editor y éste le dijo: “No, nosotros no asumimos eso”.

Luego de un viaje, ella comenzó a cargar lentes por si la secuestraban. Además, recuerda que la madre de la reportera Marie Colvin -fallecida en Siria- le dijo que su hija siempre ha sido optimista.

En tanto, Jeremy Bowen, de la BBC, considera que el trabajo de los periodistas es mucho más difícil. En su opinión, el régimen sirio está siendo dañado porque no puede esconder sus acciones.

“Yo soy mucho más cauto ahora. Me fui a Siria – con una visa oficial a Damasco. Tengo una gran admiración por las personas que tienen el coraje de ir a lugares como Homs”, señaló.

Asimismo, Lindsey Hilsun, de Channel 4 News, confesó que ha llorado mucho esta semana por la muerte de sus amigos, que son corresponsales en lugares de conflicto como Siria.

Además, afirmó que el Internet ha hecho que sea más difícil ingresar a determinados países como un turista porque los encargados del aeropuerto pueden buscar en Google tu nombre.

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