Inaceptable. Luego de una denuncia realizada por el periódico digital El Faro, que indica que el gobierno salvadoreño negoció beneficios penitenciarios con criminales a cambio de disminuir la tasa de homicidios en el país, David Munguía Payés —ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador— se reunió con los jefes de varios medios de comunicación para lanzar una amenaza disfrazada de preocupación.

En la conversación off the record, Munguía aseguró que “le preocupaba la seguridad de los periodistas de El Faro, pues se arriesgaban mucho sacando ese tipo de información, y que recordarán lo que le pasó a Christian Poveda, un documentalista que fue asesinado hace un par de años por pandilleros.”

El fundador de El Faro, Carlos Dada, expresó su malestar en un correo dirigido a sus colegas en el que advirtió que “es curioso que al ministro le preocupe nuestra seguridad y que no haya ni siquiera respondido a nuestras solicitudes de entrevista. Es curioso que ni siquiera nos haya llamado para advertirnos de los riesgos que corremos y  que lo diga a otros medios.”

La semana pasada, cerca de 30 líderes de la banda criminal Mara Salvatrucha 13 y del Barrio 18 fueron sacados del régimen de máxima seguridad y trasladados a cárceles donde pueden recibir visitas de parientes y tener contacto físico con personas que llegan desde el exterior.

Imagen perteneciente a la denuncia realizada por El Faro

La denuncia fue realizada el 14 de marzo luego de que el ministro de Justicia y Seguridad asegurara que el cuidado de los centros de votación podría haber influido en la acción tomada, pero que “más que eso, la disminución es por la coordinación, la operatividad de la Policía y la labor de inteligencia en proceso”. Nunca antes tantos reos de alta peligrosidad que pertenecen a pandillas habían sido trasladados en una sola acción a prisiones de menor seguridad.

¿Por qué esta decisión del gobierno salvadoreño se presta a suspicacias? Porque el ministro Munguía Payés al asumir el cargo en noviembre pasado prometió una reducción de un 30% de los asesinatos en el país centroamericano, lo que se cumplió en su primer año en el cargo, pero luego estos empezaron a aumentar.

Recordemos que la tasa de homicios en El Salvador es más alta que la de Irak y Afganistán con 70 muertes por cada 100,000 habitantes, según agencias de las Naciones Unidas.

Sigue el tema en el Twitter de El Faro.

Fuentes: El Faro, El País y El Puercoespín

Publicado por:

Angela Vásquez Oliver

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