(Manu Brabo/AP)

Siria se ha convertido en el peor lugar del mundo en el que un periodista puede desenvolverse. Corresponsales asesinados, otros desaparecidos, y la decisión de un gobierno como el de Bashar Assad para que el periodismo no logre su cometido último: informar.

De acuerdo al Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), al menos 36 periodistas han sido asesinados en el 2013, de los cuales 17 fueron ha sido registrados en Siria. Tras la liberación de Domenico Quirico, reportero italiano que permaneció 5 meses secuestrado, ya serían 13 los colegas de los que aún se desconoce su paradero.

Reporteros Sin Fronteras, por su parte, señala que son 25 los periodistas que han encontrado la muerte desde que inició el conflicto sirio, en 2011. Y esa cifra aumentó luego del asesinato del periodista de la publicación juvenil del Partido Socialista Baath, Fakhreddine Hassan, quien falleció junto a otras dos personas cuando una bomba explotó en un bus al noroeste del país.

Este es un saldo que viene dejando el enfrentamiento entre los rebeldes sirios del Estado Islámico de Irak y al- Sham (ISIS, por sus siglas en inglés), grupo terrorista vinculado a Al Qaeda, y las fuerzas militares del gobierno de Assad, a quien se le acusa de haber usado armas químicas en contra de su propio pueblo, versión que él ha desmentido.

Según Open Democracy, ya serían 150 los periodistas que han sido asesinados desde 2011. No hay forma de garantizar la vida de ellos en este país

Fuente: Open Democracy

Publicado por:

Alvaro Reyes

Editor de contenidos en @cdperiodismo

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