A mediados de agosto, las autoridades rusas detuvieron a 28 activistas de la ONG Greenpeace que se dirigieron en un barco hasta el Océano Antártico para protestar contra la extracción de petróleo que realiza la empresa Gazprom en la zona. Entre estas personas estaban dos fotógrafos, uno de ellos Denis Murmansk Sinyakov. Es este arresto masivo el que está dañando la imagen internacional del país.

De acuerdo al sitio The Conversation, los gobiernos de Argentina y Ucrania ya han manifestado su rechazo a esta medida tomada por Rusia, que acusa a este grupo de “piratería” al invadir aguas que pertenecen a su territorio.

Los medios estatales han llevado a cabo una campaña de defensa contra cualquier interferencia en el sector de gas y petróleo, un sector sagrado para el gobierno del presidente Vladimir Putin. Internamente, la opinión pública se ha dividido con respecto a este tema. Los ecologistas están ganando más apoyo verse ellos como los perjudicados.

A pesar que los países están intentado negociar diplomáticamente con las autoridades rusas, los países que se están viendo afectados, ya que estos activistas son de distintas nacionalidades, están tomando cartas sobre el asunto. Hasta los Países Bajos han puesto en marcha acciones legales, y es que el barco en el que se trasladaba el grupo -el Arctic Sunrise- es de bandera holandesa y permanece bajo la custodia rusa.

Otras organizaciones internacionales han comenzado a emitir declaraciones en apoyo a los activistas de Greenpeace, entre ellos el Foro de la Sociedad Civil UE-Rusia. El Parlamento Europeo tiene previsto emitir un comunicado esta semana.

Fuente: The Conversation

Publicado por:

Alvaro Reyes

Editor de contenidos en @cdperiodismo

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