El domingo que viene, el periodista Jason Rezaian pasará su cumpleaños número 39 tras las rejas en una de las prisiones más conocidas de Teherán, donde –como jefe de oficina de Washington Post–  ha pasado los últimos 232 días.

Rezaian, quien tiene doble nacionalidad (iraní y estadounidense), fue detenido el 22 de julio 2014, junto con su esposa, Yeganeh Salehi, también periodista. 

La pareja fue luego trasladada a la prisión de Evin, y fue encarcelada sin cargos. Salehi fue liberada bajo fianza en octubre, pero Rezaian permanece encerrado.

En entrevista con The Guardian, Ali Rezaian, hermano del reportero, cuenta que durante meses ha estado diciendo que tiene muchas ganas de estar libre por su cumpleaños. “Es inconcebible que estamos aquí después de ocho meses”, dijo.

“Queremos que las autoridades iraníes sepan que hay gente en el mundo que están observando cómo tratan a la gente en su país y cómo funciona su sistema judicial”, refirió Ali, quien junto a su familia, los últimos meses ha llamando la atención sobre el caso del periodista.

En una petición de Change.org se exige su liberación inmediata e incondicional. A la fecha tiene más de 230 mil firmas.

Rezaian fue acusado formalmente en enero, pero el gobierno iraní todavía no revela públicamente los cargos en su contra, excepto el de “participar en actividades fuera del ámbito del periodismo”. Todavía no hay fecha de juicio.

“Siempre tengo la esperanza de que alguien con autoridad iraní vea el caso de Jason y diga: ‘Es absurdo que este chico esté encerrado durante tanto tiempo. Así no es como que queremos ser conocidos como Gobierno”, refirió Ali.

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