Por Deysi Ramos

Tras la culminación del evento electoral más importante de los últimos años en Venezuela, hablamos con Laura Weffer, directora editorial de Efecto Cocuyo, sobre el desempeño de la prensa venezolana durante el desarrollo de estas elecciones y lo que se viene de ahora en adelante para los medios de comunicación, tanto tradicionales como emergentes.

También conversamos sobre el hecho de que las puertas del parlamento nacional se abrirán nuevamente para que los periodistas puedan cubrir la fuente legislativa, ya que durante  estos últimos cinco años se le impidió el acceso a la prensa independiente.

¿Cuál ha sido el rol de la prensa venezolana en el proceso electoral del 6 de diciembre?

-Nunca mejor cumplido el viejo adagio que dice que los periodistas son los guardianes de la democracia. Ante la dificultad de acceso a la información y ante los obstáculos que le ponían a la libertad de expresión, los medios alternativos sirvieron como compiladores de denuncias ciudadanas sobre las irregularidades electorales que podrían estar pasando en diferentes parte del país. Creo que esa labor de recopilación, de tratar sistematizar y ordenar toda la información sobre las irregularidades que llegaban fue y será determinante. Ante la situación de censura y autocensura que viven los principales medios impresos del país, el hecho de que los periodistas se reinventaran y crearan canales alternativos de información fue determinante para hacer que la verdad llegara a la ciudadanía. El hecho de que hayan florecido de una manera tan importante estos medios alternativos ofrece mayor oportunidad a que la gente esté informada y reduce sustancialmente el silencio que quiere imponer el gobierno. 

TIEMPO NUEVO

–Estos emprendimientos, estos nuevos canales de comunicación alternativos, estas plataformas web, las alianzas, todo esto hizo que la información llegara, si bien es cierto que no es el mismo alcance que tienen los medios tradicionales, en términos de llegar a los lugares más remotos, creo que la legitimidad que tienen estos medios es realmente importante y hace una diferencia.

Laura Weffer parece muy complacida con la tarea cumplida.

¿Se abre un nuevo capítulo en la prensa venezolana?

–Eso es lo que nos gusta pensar. Si hay algo que yo respeto mucho de la prensa venezolana es su capacidad de saber sortear las crisis, es decir, que hoy existan nuevos emprendimientos te indica que la prensa venezolana, los periodistas venezolanos, no nos quedamos cruzados de brazo ante la censura, nosotros decidimos que íbamos a actuar en contra de ella. Lo que sí creo que va a pasar ahora y hacemos votos por eso, es que va a haber un cambio profundo y radical en el tema de acceso a la información. 

PUERTAS ABIERTAS

–Durante muchos años cubrí la fuente parlamentaria, estuve durante todo el proceso de la redacción de la Constitución de 1999. Podías conversar con los diputados, entrar al hemiciclo, tenía acceso a la información. Luego de estas elecciones del domingo un grupo de periodistas hablábamos y compartíamos experiencias sobre las jornadas de cobertura en la Asamblea Nacional. Estamos muy felices porque creemos que hacia allá va enrumbado este nuevo capítulo del periodismo venezolano. El parlamento es la fuente de información política por excelencia y tener de nuevo acceso a ella abre un mar de posibilidades, el cual considero, va a cambiar un poco el rostro político venezolano de los últimos años.

¿Qué cree que pase con los medios comerciales que se fueron plegando al gobierno  y que fueron perdiendo credibilidad dentro de la población?

–Como ha pasado en otras ocasiones, algunos resurgirán, habrá un reacomodo de las relaciones de poder y pueden remontar. Me imagino que a algunos les pasará eso; otros no podrán soportar el pase de factura y desaparecerán; y con suerte todos aprenderán la lección que les deja este momento histórico y es que la gente no es tonta. Ellos quieren vender un país que no existe y la gente que lo padece sabe que te están mintiendo en la primera página de un periódico. Una cosa eran los eufemismos, pero con frecuencia en esas páginas aparecían mentiras, que las mentiras se les van a devolver y van a jugar en su contra.

Esto corrobora que el periodista siempre debe estar de espaldas al poder

-Varios periodistas estábamos comentando eso. Y es que ahora a los periodistas venezolanos se nos presenta un nuevo reto, un interesantísimo reto, porque en la naturaleza del periodismo está ser contrapoder. Durante muchos años, la gente nos decía que nosotros los periodista éramos de oposición porque íbamos en contra del gobierno, ahora resulta que la oposición se convierte en gobierno, ahora nos tocará demostrar que, efectivamente, los periodistas venezolanos estamos en contra del poder y no en contra de un gobierno determinado. Con la misma sagacidad, con la misma dureza que investigamos, interpelamos, interrogamos a los diputados que simpatizaban con el gobierno y que eran mayoría, tenemos que interrogar a los diputados de la oposición que ahora son mayoría.

¿Qué recomendaciones daría a la nueva generación de periodistas que cubrirán la fuente parlamentaria?

-La fuente parlamentaria es una de las más apasionante, interesante y adictiva si se quiere dentro del periodismo por la variedad de sus voces, creo que una de las recomendaciones y desde mi punto de vista la principal que tienen que poner a prueba diariamente su independencia como periodistas. Hay una generación de periodistas, que, primero, no está acostumbra a preguntar por miedo y también por falta de oportunidades porque las ruedas de prensa a la que pudiera entrar cualquier periodista casi eran inexistentes. Una generación de periodistas que no está acostumbrada a lidiar con una manera de pensar distinta a la suya porque están, la mayoría, no me gusta hacer generalizaciones, pero creo que en este momento podrían caber, la mayoría están identificados con una tendencia política, han crecido bajo el gobierno chavista, están acostumbrados después de nacer, vivir, crecer en una sociedad polarizada es muy difícil deslastrarse de eso. Como periodista no puedo ser militante de una tendencia política. Como periodista tengo que mantener mi distancia, no puedo demostrar simpatía ni cuando escribo, reporto o hago una infografía. Creo que es un reto bien importante. No solo para los jóvenes sino para todos. 

¿Y los más experimentados?

Laura Weffer  dice que para los más experimentados es importante “volver a entrenar ese músculo que poco a poco se va adormeciendo, el músculo de la tolerancia, es decir, de saber que enfrente tienes a una fuente y poder despojarte de años y años que puedas tener de un prejuicio hacia esa persona. El músculo de vivir en una sociedad inclusiva y no polarizada”.

¿Podría decirse que el legado más nefasto que deja esta Asamblea Nacional que ya está de salida fue el haberle cerrado las puertas a los medios de comunicación independientes?

–Sí, sin duda alguna. Realmente, no solo por lo que significa que lo hicieron, sino por la manera cómo lo hicieron. No tuvieron absolutamente ningún miramiento, ellos poco a poco fueron cerrando espacios, hasta que los cerraron todos. Y llegaron a cometer aberraciones como que los periodistas no podían entrar a cubrir las sesiones del parlamento. La sala de prensa del parlamento se convirtió en un estudio de televisión del canal de la Asamblea Nacional que, en realidad es un órgano de propaganda del gobierno. Yo creo que el hecho de cerrar las puertas así, sí, es uno de los legados más nefastos.