Chris Hughes nunca imaginó que llevar un drone a Cuba le traería problemas. Pensó que su viaje sería de mucha diversión mientras conocía la cultura local, al mismo tiempo que hacía fotografías aéreas con el dispositivo no tripulado.

El ciudadano oriundo de Canadá terminó 13 días detenido en aislamiento dentro de una cárcel cubana. 

“Al volar un avión no tripulado DJI, fui detenido por militares cubanos bajo sospecha de espionaje y de actividades terroristas”, comentó a PetaPixel . “Nadie hablaba Inglés, y una de las pocas palabras que podía entender, es que enfrentaba cadena perpetua si era encontrado culpable de mis supuestos crímenes”, agregó.

Le quitaron todas sus pertenencias y lo internaron en una pequeña celda oscura con una pequeña cama y un pequeño drenaje de inodoro. Y solo le dieron agua y pan rancio con arroz blanco con, a veces, un trozo de pollo.

Tampoco se le permitieron llamadas. No fue sino hasta el día 11 de su aislamiento que fue sacado de su celda para encontrarse con su familia, que había estado realizando los trámites para sacarlo de ese lugar. Recién entonces las autoridades le dijeron que era “inocente y no enfrentaría cargos”, relató.

Hughes ahora dice que no guarda ningún resentimiento con el país y que tiene planes de volver algún día. Ahora solo quiere alertar a los turistas de lo peligroso que puede ser tener un drone en Cuba.

SU TESTIMONIO:

Publicado por:

Kevin Morán

Periodista especializado en social media y comunicación política. Colaborador de Clases de Periodismo. Estoy en las redes sociales como @Kevac11

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