Mazen Darwish, director del Centro Sirio de Medios y Libertad de Expresión, está detenido por el régimen de ese país desde el 16 de febrero pasado. Sus captores lo han torturado y su vida está en grave peligro, ya que padece de varias enfermedades que necesitan tratamiento.

Darwish desempeñaba un rol clave en el suministro de información diaria sobre la situación que se vivía en Siria, en momentos en que los periodistas extranjeros tenían prohibido el ingreso al país.

La organización internacional Reporteros sin Fronteras está haciendo un esfuerzo para que lo liberen, pero necesita donaciones para que ese comunicador y otros cientos de periodistas encarcelados salgan en libertad.

Con el dinero recaudado en anteriores oportunidades se pudo ayudar a estos reporteros: Maikel Nabil Sanad (Egipto), Jamal Osman Hamad (Sudán), Hervé Ghesquière (Francia), Stéphane Taponier (Francia), Eynulla Fatullayev (Azerbaiyán), Albert Santiago Du Bouchet (Cuba) y Abdolreza Tajik (Irán).

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