Conmoción. El domingo se halló el cadáver descuartizado de un fotoperiodista que cubría temas policiacos en el estado de Michoacán, en el oeste del país.
Arturo Barajas, de 46 años, quien trabajaba eventualmente para el Diario de Zamora (Michoacán), fue asesinado. Al lado del cuerpo se ubicó sin vida a José Antonio Aguilar Mota, de 26 años. Se dice que este último se dedicaba a retratar turistas.
«Cuando había cosas fuertes como más de tres muertos, o que el ejército participaba en enfrentamientos, cateos, o aseguraba narco cocinas (laboratorios clandestinos de drogas), le pedíamos (a Barajas) información y fotos», dijo un directivo del Diario de Zamora a AFP que prefirió guardar el anonimato.
Los cadáveres fueron hallados en la cajuela del automóvil del periodista con «impactos de proyectil de arma de fuego en el cráneo» y el resto de los cuerpos descuartizados, según la Policía.
El Universal refiere que las víctimas salieron de sus domicilios desde el jueves rumbo a un evento social donde fueron contratados para tomar fotografías, pero ya no regresaron a sus hogares, por lo que sus familiares iniciaron su búsqueda.
