
Dentro, el informador pudo comprobar las condiciones deplorables en las que trabajan los empleados. Escribió varios artículos contando su experiencia.
Huele mal y hay poca circulación de aire. Dormir es una pesadilla, describe el periodista junto a otras deficiencias que la propia compañía advierte en el contrato: el lugar es sucio y ruidoso.
CÓMO TRABAJÓ
La fábrica, ubicada en Taiyuan, China, produce los dispositivos de Apple. Según el reportero infiltrado, se presiona a los empleados para que sean rápidos en cada área. Por ejemplo, en el puesto de carcasas—de cuatro líneas con doce trabajadores— para el iPhone5, se exige que cada empleado coloque 3,000 de ellas en 10 horas. Al final del día debe haber 36,000 dispositivos con las carcasas traseras.
El trato de los empleadores tampoco es bueno. Ellos reciben llamadas de atención y son despedidos si no trabajan al ritmo que quiere la fábrica por un sueldo lamentable.
En marzo, inspectores de la Fair Labor Association visitaron las instalaciones y detectaron muchas deficiencias. En agosto, la empresa informó que se estaban haciendo grandes progresos al respecto. La realidad es otra, según la experiencia del periodista.
Fuente: Apple Insider









