Cómo contar historias

Periodistas y editores decidimos todos los días cómo vamos a contar una historia, sea esta de política, economía, internacionaleso de espectáculo. Es decir, cómo se la vamos a entregar a miles de lectores. No es una tarea fácil. Debemos estar alertas constantemente, dejar la depresión y el estrés a un lado, la flojera, las ganas de vacacionar o de salir a una fiesta. Nos toca mirar todo lo que nos rodea.
Tomas Eloy Martínez cuenta que The New York Times optó por elegir a un personaje, a un ciudadano común, para contar hasta cinco historias en un día. Se trata, sin duda, de un buen recurso. Pero no todos los días nos encontramos con estos personajes, a quienes –por cierto- debemos buscar hasta haber agotado todas las vías.
Hay también situaciones-escenas-circunstancias. Un periodista debe estar a la caza de personajes, situaciones, escenas y circunstancias.
La periodista y escritora Mayra Montero afirma que la estructura de la noticia empieza a develarse desde el primer párrafo. Pero, ¿cómo enganchamos al lector para que no nos suelte?, se pregunta. No existen las reglas, responde. No obstante, aconseja que el lead sea conciso, que logre anticipar y sorprender al lector. El periodista, dice, debe usar un lenguaje directo, sin excesivas metáforas o frases ingeniosas. Es mejor evitar las palabras que sobran y el melodrama.
Para lograr una estructura narrativa sólida, Montero plantea hacer uso de la sutileza, de la creatividad narrativa. “Hablen de las cosas significativas sin necesidad de nombrarlas todas: lo importante no es decir Carlos está triste, lo importante está en que el lector sienta la tristeza de Carlos”.
Llegar a este punto es un proceso que demanda mucho esfuerzo y mucha lectura. Un periodista que no lee será siempre un mal periodista, un mal narrador, un mal observador.
“Si se quiere escribir de manera bella, hay que leer poesía constantemente, hay que estar en permanente contacto con la imaginación poética; con el sabor de la palabra que tiene este género”, recomienda Kapuscinski. Pero no es solo belleza lo que se busca. “Los periodistas debemos ser cien veces más sabios que ellos (los lectores). Eso nos impone la tarea de estudiar continuamente”, afirma.
Un profesor me dijo que no se puede enseñar a redactar crónicas y reportajes, pero sí se puede aprender a redactar crónicas y reportajes. En las clases que doy en la Universidad Particular San Martín de Porres doy pautas. El resto es trabajo y cosecha de cada alumno. Este blog busca seguir la misma tónica: pautas básicas, reflexiones, análisis, sugerencias y temas de debate.