Ser una periodista política en Francia se puede convertir en una pesadilla. Comentarios libertinos, manos osadas o reiteradas invitaciones para salir a cenar son algunas de las molestias que deben sufrir de parte de políticos franceses que muestran un “paternalismo lascivo”. Así denunciaron unas cuarenta reporteras en una petición publicada este martes en el diario francés Libération.

 “¡Manos quietas!” detalla que el machismo reina en la profesión y que algunos políticos han llegado a acariciarles el cabello o cometarles el escote. Las firmantes, que cubren la actualidad política para grandes medios como France Inter, Le Monde, AFP, Libération yTF1  citaron el caso de un “joven talento de un partido que insiste en vernos por la noche”.

En 2011, el arresto del entonces director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, por acusaciones de violación permitieron denunciar estas formas de acoso, recuerdan.

“Pensamos que el caso DSK removió las cosas y que las costumbres machistas, una muestra de vulgaridad ciudadana y política, estaban en vías de extinción“, denuncian. Y añaden: “Pero mientras la política siga en manos de hombres heterosexuales y sexagenarios, nada cambiará”. 

Las periodistas reconocen que su “profesión implica la construcción de una proximidad y de un vínculo de confianza”, pero que para hacerlo, se sienten obligadas a “integrar los límites del machismo reinante” y evitar los encuentros cara a cara, llevar ropa sobria y vigilar para mantener el trato formal.

El explosivo comunicado abre un debate en Francia. “Es un problema real”, dijo Lenaig Bredoux a Libération, tras afirmar que pensaron en levantar el anonimato de los políticos, pero luego consideraron que era mejor detallar el ambiente que les rodea y no centrar la atención en diez o quince sujetos.

Foto: Marc Chaumeil

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