El penal federal del Altiplano, desde donde fugó el Chapo Guzmán, abrió sus puertas a reporteros, en grupos de diez. Previamente había que despojarse del celular, cartera, bolsa de mano, morral, cinturón, joyas, libretas, listones, tocados, pasadores para el cabello y demás artículos prohibidos. De acuerdo con La Hoja, solo se podía ingresar con una credencial y las herramientas de trabajo: micrófono, cámara de video y foto. Prohibidas las grabadoras.

La autocrítica es fundamental y estos tuits sobre la cobertura de la fuga del ‘Chapo Guzmán’ deberían llevar a la reflexión.
Entre otras cosas, lo de «El Chapo» nos ha mostrado lo mejor pero, también lo peor de comunicadores y periodistas en México. Cada versión…
— Enrique Acevedo (@Enrique_Acevedo) julio 17, 2015










