La oferta de libros electrónicos de Amazon.com y Barnes and Noble en 2007 y 2010, hicieron que muchos se precipiten al predecir que el libro impreso llegaría a su fin. No obstante, los nuevos datos del Centro de Investigación Pew ahora sugieren que el papel, la tinta y el pegamento siguen siendo resistentes entre los consumidores.
El estudio de Pew encuestó a los lectores, y encontró que mientras que el número total de estadounidenses que había leído un libro en el último año había disminuido ligeramente (un 73%, por debajo del 74% en 2012), el número de lectores que leen un libro impreso había permanecido esencialmente igual, al 65%.
Estas cifras también se correlacionan con un aumento de la actividad comercial en el mercado de librerías físicas. En 2015, las librerías reportaron un aumento de 2.5 por ciento en las ventas, las primeras ganancias desde 2007, mientras que los editores también reportaron ganancias más fuertes.
Vía NYT









