El escritor y periodista Jorge Salazar falleció anoche a la edad de 68 años, debido a una dolencia cardiaca. Sus restos serán velados en la iglesia Virgen de Fátima.
Jorge Salazar nació en Lima en 1940 y ejerció el periodismo desde hace cinco décadas.
Varias de sus investigaciones terminaron publicadas como libro. Es el caso La ópera de los fantasmas (1980), en el que aborda la tragedia del Estadio Nacional de 1964, por lo que obtuvo el premio Casa de las Américas. También destacan La medianoche del japonés (1992), en la que narra un asesinato cometido por un inmigrante nipón.
Otras publicaciones suyas son Poggi: la verdad del caso(1987) y Los papeles de Damasco (2006).
También incursionó en la crítica gourmet, cosechando el premio Gourmand World Cookbook Awards 2006 por Crónicas gastronómicas.
El año pasado había completado la serie de cuatro libros titulada Historia de la noticia, en la que hacía un recuento de los asesinatos de mayor repercusión mediática en el Perú ocurridos en el siglo XX.
Además de la crónica roja y de su afición a la cocina, también destacó en el campo del periodismo deportivo.
Jorge Salazar nació en Lima en 1940 y ejerció el periodismo desde hace cinco décadas.
Varias de sus investigaciones terminaron publicadas como libro. Es el caso La ópera de los fantasmas (1980), en el que aborda la tragedia del Estadio Nacional de 1964, por lo que obtuvo el premio Casa de las Américas. También destacan La medianoche del japonés (1992), en la que narra un asesinato cometido por un inmigrante nipón.
Otras publicaciones suyas son Poggi: la verdad del caso(1987) y Los papeles de Damasco (2006).
También incursionó en la crítica gourmet, cosechando el premio Gourmand World Cookbook Awards 2006 por Crónicas gastronómicas.
El año pasado había completado la serie de cuatro libros titulada Historia de la noticia, en la que hacía un recuento de los asesinatos de mayor repercusión mediática en el Perú ocurridos en el siglo XX.
Además de la crónica roja y de su afición a la cocina, también destacó en el campo del periodismo deportivo.
FUENTE: Andina
(Conocí al maestro hace muchos años, cuando trabajaba en el Diario La República. Mi jefe me asignó una comisión que se transformó en una de las mejores experiencias de mi carrera. Hablar con Jorge Salazar era un lujo. Y gracias a esa comisión tuve la oportunidad de verle la cara a un verdadero maestro de la crónica. Jamás olvidaré sus historias. Jamás olvidaré su mirada congelada en el vacío).
Tuve el honor de estudiar con el Profesor Salazar, y ahora con nostalgia recuerdo que sus clases eran toda una experiencia. Su tema favorito: la muerte, y aunque parecía que siempre repetía lo mismo (la misma filosofada dirían los compañeros en ese entonces), en verdad siempre nos hacía ver algo nuevo al respecto. Uno de los profesores más lúcidos que tuve de esa etapa ’90-’95.
Jorge Salazar fue un verdadero maestro. Recuerdo que le pedimos autorización al Decano para ponerle el nombre de Salazar a nuestra promoción en el 97 y él nos negó ese derecho porque según nos dijo, Salazar estaba vivo. Su carisma y cultura siempre provocaron envidias en los demás profesores.
Aquí encontré la dirección del blog que hoy le han creado como homenaje:
http://laoperadelosfantasmas.blogspot.com/
Tuve el honor de compartir una cena con el profesor Coco Salazar y sentirme maravillada con lo sabroso que cocinaba… además de ser un buen gourmet, era una persona maravillosa y humilde porque siempre tenía algo que contar y algo de que hablar. Para las personas que lo conocieron y para las que no Jorge Salazar siempre estará presente en cada uno de sus libros…
Fue mi maestro y después mi amigo, un hombre realmente notable, una mente brillante y una lucidez deslumbrante, a Salazar se le podía consultar y conversar lo que sea. Era de esas personas que uno siente que no deben morir que que deben estar siempre allí, pero morir es parte de la vida,la muerte, era un tema que lo fascinaba, algo familiar para él, a tal punto que sentí que Jorge regersaba a casa después de un largo viaje cuando llevé su ataúd sobre los hombros. Gracias por todo Jorge.