
Li Xiang, un periodista de Luoyang Television que seguía un escándalo de aceite de cocina ilegal, fue encontrado muerto ayer tras recibir 10 puñaladas cuando se dirigía a su vivienda. La Policía informó que le robaron su laptop.
«Esperamos que las autoridades realicen una investigación a fondo y consideren la posibilidad de que Li fue asesinado por su trabajo como periodista», señala la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) en su página web.
Li, de 30 años, cubrió problemas sociales en el país oriental y siguió, hasta antes de su muerte, una investigación policial sobre la venta de aceite de cocina elaborado a partir de residuos de desagües.
Según RSF, ningún miembro de Luoyang Television se ha pronunciado sobre el asesinato, pero blogueros chinos sostienen que la muerte del reportero está claramente relacionada con su cobertura de la denuncia.









