La historia del periodista Luis Carlos Cervantes, asesinado ayer, bien podría asemejarse a la historia de Santiago Nasar en «Crónica de una muerte anunciada». Se pudo evitar. Su muerte se pudo evitar.
Sucede que el comunicador recibía constantes amenazas de muerte, por lo que desde hace un tiempo contaba con protección policial. A pesar de que las amenazas no cesaron, a Cervantes le fue retirado su esquema de seguridad, por lo que se hablaba de una supuesta responsabilidad indirecta del gobierno colombiano con la muerte del comunicador.
Al respecto, el director de la Unidad de Protección, UNP, Andrés Villamizar, escribió en su cuenta de Twitter que «el programa de protección no es perfecto. Ninguna institución humana lo es, pero hacemos un gran esfuerzo. Lamento fallas y limitaciones».
El programa de protección no es perfecto. Ninguna institución humana lo es. Pero hacemos un gran esfuerzo. Lamento fallas/limitaciones.
— Andrés Villamizar (@villamizar) agosto 13, 2014









