El New York Times tiene una tradición que pocos conocíamos. Sus redacciones albergan -a veces temporalmente o permanentemente- gatitos corresponsales.
Los corresponsales felinos del NYT están en Kabul, Bagdad, El Cairo, Daka, entre otras ciudades. Dionne Searcey, a cargo de la oficina de África Occidental, ha adoptado dos gatos: Muus y Spotty/Dotty.
La adopción responde a tener una excelente compañía, pero también es «una respuesta a una molesta sensación de impotencia frente a los animales abandonados, dijo Searcey. “Al menos puedo hacer una pequeña diferencia para un gato de la calle.”

Todo indica que esta tradición empezó en los años noventa con Jane Scoot-Long, enviada a la India, junto con su esposo, John Burns. Ambos adoptaron gatos y perros. Luego viajaron a Bagdad. Algunos hasta viajaron con ellos de regreso a Inglaterra.
“Como jefe de la oficina de The Times, parte de mi rutina era pedir, cada noche, el número de gatos que habíamos alimentado,”escribió Burns en el 2007. Aquí aparece su esposa:
El NYT compartió algunas fotos de sus corresponsales con los gatos que adoptaban:












