El Daily Telegraph publicó hoy en sus páginas una publicidad extraña en la que se critica a la columnista del diario The Times, Libby Purves. En este anuncio pagado, presentado en formato de carta, se cuestiona a la periodista por su abierto apoyo a los homosexuales.
De acuerdo a The Guardian, esta propaganda, que lleva la firma de Demetri Marchessini, es una respuesta a un último artículo de Purves, titulado ‘Sorpresa, sorpresa, los dictadores son también intolerantes‘, en referencia a las políticas antigays que viene aplicando Vladimir Putin en Rusia.
En en el anuncio se lee lo siguiente:
«Lo que la señorita Purves y muchos otros no pueden entender es el hecho de que cuando nuestro gobierno hizo la homosexualidad legal, no logró la moral. Los gobiernos pueden decidir sobre las leyes , pero sólo Dios decide sobre la moralidad. ¿Cómo puede alguien, y mucho menos la señorita Purvis (sic ), decirle a la gente lo que deben pensar sobre la homosexualidad?».
Marchessini, empresario griego, acusa a Libby Purves de restar importancia a la relación de la religión y la homosexualidad. Él, además, le exige no volver a mencionar la palabra «homofóbico», ya que -argumentó- no existe ese término en los diccionarios.
Lo más sorprendente de este hecho es que el Telegraph haya aceptado el pago por un anuncio en el que se ataca a una periodista de un periódico de la competencia.
A través de su cuenta de Twitter, Purves asimiló este pronunciamiento como «una broma». Pero no consideró así «la persecución, los ataques, el encarcelamiento y ahorcamiento de los jóvenes gays de todo el mundo».
Great giggling at @thetimes about the furious Marchessini buying space (bafflingly) in @Telegraph to refute me on Putin antigay policy…
— Libby Purves (@lib_thinks) January 28, 2014
Los diarios deben verificar qué contenido está preparando para su publicación. Así sea una publicidad pagada, un periódico no está libre de responsabilidad de lo que aparecen en sus páginas.
Fuente: The Guardian










