El fotógrafo Paul Conroy, quien resultó herido en un bombardeo en Siria, es atendido en un hospital en Londres. A pesar de que su estado de salud es delicado, conversó con la cadena Sky News sobre su terrible experiencia en Homs.
Conroy teme por la vida de decenas de ciudadanos que lo ayudaron y por los sobrevivientes inocentes del terrible ataque. «(Todavía hay personas en) los restos de un naufragio y esperando a morir», dijo.
En el video advierte: «Cuando las cámaras se hayan ido, solo Dios sabrá lo que pasará… «Dentro de unos años nos preguntaremos cómo hemos permitido que algo así sucediera delante de nuestras narices».
También destacó la labor de la fallecida periodista Marie Colvin. «Marie era una persona única. Trabajar con ella era un privilegio absoluto. Acudía a los lugares más peligrosos del mundo y lo hacía para contar la verdad», aseguró.
Finalmente, dijo que la situación en Siria representa más que una catástrofe.
