
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) reveló que «Colombia sigue siendo uno de los países más peligrosos para ejercer este oficio, especialmente en el ámbito local». Sin embargo, se ha pasado a la amenaza con violencia al acoso judicial, una situación preocupante.
El informe ‘De las balas a los expedientes‘, publicado en el Día del Periodista que se celebró ayer, dedica un capítulo a los acosos judiciales contra la prensa.
Este tipo de intimidación “se da cuando una persona abusa de las demandas judiciales con el fin de censurar el libre trabajo periodístico”. Incluso, sólo basta con someter al reportero a un proceso desgastante y engorroso ante los jueces, sin necesidad de llegar a una condena.
La FLIP destaca que en el 2012 los roces entre periodismo y fuerza pública se acentuaron.
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