Dar voz a los refugiados. Permitir que se expresen. Vice ha tenido una gran idea: invitarlos a ser editores.
Elektra Kotsoni, editora de Vice, cuenta la idea así: «Nuestros editores europeos pidieron a jóvenes refugiados que se han establecido en sus respectivos países que escribieran sobre lo que les apeteciera, ya fuera sobre amor, música o fútbol. Con esto queremos demostrar que, al igual que cualquier otro colaborador y que cualquier vecino que hayamos tenido, estas personas poseen personalidades complejas que no pueden definirse meramente por su condición de refugiadas».
El resultado de esta iniciativa es una recopilación de 12 artículos publicados simultáneamente en nueve idiomas y en 11 países de Europa.









