
Anja Niedringhaus es una de las pocas fotógrafas que ha estado presente en Afganistán para capturarlo todo. Ella ha trabajado como corresponsal en ese país desde 2001, siempre buscando contar la mejor historia de los conflictos internos con sus instantáneas.
Haber ganado el premio Pultizer en 2005 le sirvió para convertirse en una referente en la rama y el tema que comprende periodismo de guerra.
Los enfrentamientos bélicos siempre dejan mensajes. Las personas muestran sus verdaderas caras cuando están cerca al terror y el miedo. Eso es lo que recoge Niedringhaus, y lo hace bien. No es necesario ver precisamente escenas sangrientas para entender lo que sucede en un conflicto que involucran armas y humanos.
The Atlantic ha recopilado lo mejor del trabajo de esta reportera gráfica de Associated Press. La composición, las luces, la compasión, son elementos que destacan por sí solos en sus fotos.














