“En medio de una balacera, con un carné de prensa alrededor de su cuello y una cámara, Bill estaba en el cielo”
Wendy Doremus, la esposa de Bill Biggart.
El 11 de setiembre de 2001, el fotoperiodista Bill Biggart, de 54 años, tomó la última foto de su vida. Llevaba dos cámaras de carrete Canon Eos-1 y una digital D30.
Su cuerpo fue hallado cuatro días después de los atentados junto a su maletín, y sus carné de prensa. Las cámaras estaban destrozadas, y los carretes abiertos, posiblemente heridos de muerte por la luz.
Wendy, la viuda, recibió los objetos personales y pensó que las imágenes no habrían sobrevivido. Al poco tiempo llamó a Chip East, fotógrafo y amigo de la pareja. East recuperó 150 fotos de la tarjeta Compact Flash. Así logró revivir la última hora de trabajo de este fotógrafo, activista y luchador llamado Bill Biggart. Muchas de las imágenes se encuentran en su sitio web, donde se encuentran citas de su esposa, de uno de sus hijos, y de sus amigos.
La última imagen la tomó a las 10:28 de ese día fatal. Se dice que perdió la vida cuando el segundo edificio colapsó y fue aplastado por los escombros.
Para Wendy, su amorosa esposa, si Bill hubiera regresado a casa seguro habría llegado lleno de historias, como siempre.
La historia de Bill se cuenta a los fotoperiodistas y los reporteros. Es un ejemplo de valor. Disparó hasta el último segundo de vida.
Este video nos ofrece un perfil del fotoperiodista (en inglés)











