La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) exigió que las autoridades investiguen el asesinato de las periodistas de Ana María Marcela Yarce Viveros, reportera del semanario Contralínea, y Rocío González Trápaga.
“Estos asesinatos, amén del dolor que causan a las familias y personas cercanas para las cuales van nuestros sentimientos de solidaridad, agravian profundamente al gremio periodístico mexicano, cuyo reclamo de eficacia a las varias instancias oficiales destinadas a brindarles protección y seguridad, tienen vigencia y legitimidad indiscutibles”, sostuvo Javier Hernández Valencia, representante de dicha oficina.
Además, recordó que -hasta la fecha- hay ocho comunicadores muertos y ningún responsable.
Otras organizaciones como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) han pedido protección a las familias de las periodistas, debido a que pueden ser víctimas de amenazas.
El comunicado pueden leerlo aquí.
