Los periodistas literalmente tienen que esperar a las noticias. El secretismo en Corea del Norte es alarmante. «Sus fuentes pueden morir por lo que hacen», indica el diario The Nacional.
Después de la muerte de Kim Jong-il, la «guerra por la información» se dilató. «No es un riesgo para nosotros, sino para las personas que brindan información. Nuestras fuentes han sido capturadas y han sufrido diversos peligros por el gobierno norcoreano», dijo Shin Ju-hyun, editor de Daily NK.
Según explicó, las fuentes usan pasaportes chinos y viajan a distintos lugares para comunicarse con móviles chinos.
En tanto, el gobierno norcoreano usa dispositivos de monitoreo para encontrar a las personas que se comunican con los periodistas de Daily NK.










