En las salas de redacción se lucha con una combinación de cables, notificaciones, actualizaciones de redes sociales y un bombardeo de correos electrónicos. A esto se suma los recursos que cada vez son más reducidos y una cultura laboral tradicional de largas horas, ingredientes perfectos para producir agotamiento en los periodistas.Seguir leyendo

¿Vivimos estresados los periodistas? Al parecer, sí. Y esto va más allá del cliché. Un estudio del London Press Club detalla que entre infinitos cafés, comidas apuradas, tiempos que no alcanzan, los hombres y mujeres que ejercen este oficio son más propensos a mal genio y a una incapacidad “para resolver problemas complejos”.Seguir leyendo