Si la pirámide invertida es hoy un modelo obsoleto o no para armar una nota, es un debate para otra oportunidad. Lo cierto es que su funcionalidad continúa vigente en las salas de redacción porque adhiere las preguntas más básicas que cualquier lector haría acerca de un tema que desconoce. Pero el ‘quién’, ‘qué’, ‘dónde’, ‘cuándo’ y ‘por qué’ son insuficientes cuando se trata de informar sobre asuntos económicos.Seguir leyendo