Un 14 de agosto de 1945, Japón anunció su rendición ante las fuerzas Aliadas y la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin. Aquel día, las calles del mundo fueron el escenario de la fiesta más trascendental del siglo XX. Y ahí estuvo el periodismo, presente para registrar una escena que no sólo reflejaba la celebración en sí, sino la culminación de una etapa en la historia de la Humanidad.Seguir leyendo