
Los Premios Walkley -el equivalente australiano de los Pulitzer- fue entregado ayer a WikiLeaks, a un año del destape que puso en jaque a el mundo.
La Fundación Walkley otorgó anoche su máxima distinción a la organización de Julian Assange por su contribución más destacada al periodismo».
El panel destacó el «compromiso valiente y polémico de las mejores tradiciones del periodismo: la justicia a través de la transparencia», y celebró que haya aplicado una nueva tecnología para penetrar en el funcionamiento interno del gobierno y revelar una avalancha de verdades incómodas para el mundo.
A través del diseño y la construcción de un medio para alentar a los denunciantes, WikiLeaks y su editor en jefe Julian Assange «adoptaron una postura valiente, decidida e independiente para la libertad de expresión y la transparencia».










