Alejandro Almazán: «Una crónica no es solo teclear bonito»

El mexicano Alejandro Almazán, periodista y escritor, recibió anoche el Premio Gabriel García Márquez en la categoría de Crónicas y Reportajes por Cartas desde la Laguna, historia que publicó en la revista Gatopardo. Es una historia de narcos, de guerra, de muertes.

En su su opinión, la crónica siempre existió y siempre estuvo allí, «pero los editores y los medios no se daban cuenta de que necesitábamos más de dos mil y tres mil caracteres para contar las historias». Por suerte, esto ha cambiado y las revistas –como Gatopardo–abrieron sus paginas y le dieron el espacio merecido. Al mismo tiempo, explica Almazán, los medios que se habían centrado en la nota informativa y el diseño descubrieron que estaban perdiendo lectores por la falta de historias.

«Los medios –por lo menos, los mexicanos–en los últimos dos años se han dado cuenta de que necesitaban historias y comenzaron a darle espacios. Hoy contratan a los periodistas como freelance para hacer crónicas. También es cierto que se han llenado de buenas y malas historias, y también es cierto que hay un ejército de chicos talentosos que quieren hacer crónicas y que están saliendo de las universidades con la ilusión de hacer crónicas», explica a Clases de Periodismo.

Cuando se le pide recomendacions para los jóvenes cronistas, el periodista deja en claro la necesidad de caminar y recorrer la calle: «Yo les diría primero que lean y luego que conozcan la calle. Una vez que conocen la calle sabrán moverse y encontrar las historias».

El ganador del premio Gabriel García Márquez remarcó que una crónica no es solo teclear bonito: «El lenguaje no es suficiente. Se necesita hacer la reportería, recorrer la calle, encontrar a los personajes».

Lee la crónica ganadora de Almazán aquí 

 

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