Cuando Steve Jobs falleció en octubre del 2011, el diario The New York Times publicó luego de una hora del anuncio un obituario de 3,500 palabras. Lo cierto es que ese texto estaba siendo trabajado desde el 2007 cuando se conoció el delicado estado de salud del ex CEO de Apple.
Los próximos cuatro años, John Markoff estuvo involucrado en el seguimiento y actualización constante. Por ejemplo, descartó incluir una cita de Bill Gates en su obituario.
Bill McDonald, quien ha sido el editor de obituarios desde 2006 en el NYT, contó que hay entre 1,600 y 1,700 textos listos para ser publicados. «Se añaden a una velocidad de aproximadamente tres a la semana. Y el depósito se vacía más o menos al mismo ritmo», informó el NYT.
«Me voy a dormir a veces pensando qué nos podría sorprender en la noche», dijo. «La presión sobre nosotros para tener un obituario listo ha aumentado de manera exponencial. Abres el apetito de los lectores con un alerta de noticias y ahora quieren más.Pero, ¿cómo reconstruir una vida, en trozos? «, contó. Por ello, los obituarios son escritos por cinco de los periodistas más experimentados en The Times: Margalit Fox; William Grimes; Robert D.McFadden, ganador de un Pulitzer en 1996; Sam Roberts; y Bruce Weber.
También cabe resaltar que el obituario de Steven P. Jobs no fue el único llevado al papel. De hecho, ha habido algunos otros, entre ellos los de Edward M. Kennedy, y el ex presidente Richard M. Nixon.
Vía NYT









