Se dice que el verdadero «valor» de un periodista se puede medir por el número de contactos que tiene en su directorio. Y no hay duda de que una de las prioridades para un periodista es establecer una amplia red de fuentes, que más tarde se pueda utilizar para producir información sólida y confiable.
Ahora, el uso de las redes sociales en las redacciones ha abierto un nuevo capítulo en la identificación de fuentes periodísticas. En lugar de hacer llamadas telefónicas y programar reuniones, los periodistas pueden encontrar contactos a través de servicios digitales. Por ejemplo, pueden publicar consultas en línea -en un foro, por ejemplo- y simplemente esperar a que las fuentes respondan.
Algunos recursos web apuntan a esto. Es el caso de Help a Reporter Out (HARO). Este sitio web se originó como un grupo en Facebook llamado Si pudiera ayudar a un reportero, lo haría. Con el lema “todo el mundo es experto en algo”, el objetivo del sitio web es conectar a los expertos con los reporteros. Propuestas similares tienen los sitios Reporter Connection y Profnet.
Sin embargo, para el periodista Paul Grabowicz, estos sitios web nunca serán una alternativa que reemplace la clásica red de fuentes confiables y establecidas a lo largo de años.
Para Menachem Wrecker del Houston Chronicle, todo se reduce a la confianza. «Contar con fuentes confiables es muy importante», dice. «Si te encuentras con esas fuentes en el supermercado, en un bar, en un juego, un sitio web, un blog o una fuente como HARO, en realidad no importa. Lo único que hace HARO es acelerar el proceso”, indica.










