
El debate ético sobre el periodismo de marca surge a partir de qué tan objetivos pueden ser los periodistas que se dedican a esta rama de la profesión, que consiste en seleccionar contenidos que publican las marcas para sus públicos.
La web Holtz comparte un interesante artículo donde aborda este tema. El profesor Alan Samson afirma que el periodismo de marca no es más que una forma de marketing, incluso si hubiera buena calidad del trabajo.
“Es solo una extensión de las relaciones públicas, donde lo que subyace es la necesidad de poner al propio empleador bajo una buena luz (…) Incluso si contratan redactores que sean expertos en sus campos, el hecho de que trabajen para un entidad comercial limita el acceso a fuentes de información”, señala.
El artículo de Holtz discrepa con Samson. Argumenta que las relaciones públicas tienen que ver con el vínculo de las organizaciones con sus stakeholders. El periodismo de marca, por otro lado, poco tiene que ver con con la organización en sí. No se trata de proveer información acerca de una marca o un producto, sino más bien de ofrecer información que sea del interés de la audiencia.
Señala además que las organizaciones necesitan este contenido -que por lo general parte de varias fuentes- ya que si no lo ofrecen y no son visibles en este campo, no existen. “La producción de contenidos confiables sobre los que la gente comparta y hable es cada vez más una parte vital de los esfuerzos de cualquier organización”, indica.
Por otro lado, el periodismo de marca está creciendo como un campo que representa una opción viable para periodistas que están en busca de trabajo, teniendo en cuenta la crisis que están enfrentando los medios de comunicación. Por ello, es un error no reconocer este tipo de periodismo como una posibilidad de empleo.









