El caricaturista danés Kurt Westergaard sabe lo que se siente ser el blanco de la ira de los fanáticos religiosos.
En revista Vice cuenta que en el 2006, dibujó una caricatura en el periódico danés Jyllands-Posten, que mostraba a Mahoma con una bomba en su turbante. Desde entonces vive bajo amenazas constantes de muerte, y hasta fue atacado en su casa por extremistas islámicos. Sigue bajo protección policial constante.
Es por eso que se solidariza por completo con el atentado que acabó con la vida de 12 personas en el semanario Charlie Hebdo. Reconoce que «ha provocado un enorme shock en toda la sociedad y en toda Europa».
En su opinión, hechos como el ocurrido incrementan la autocensura en todo el mundo. En su caso, sigue pensando de la misma forma. «Lo importante ahora es que no nos movamos hacia atrás, que no nos sometamos a esta situación grotesca y empecemos a pensar que es peligroso escribir o dibujar sobre el islam. Cada vez que sucede algo como esto, es un gran shock, pero, por suerte, yo creo que el pueblo y la prensa aguantarán«.
Lo que lamenta es que los ataques influyen negativamente en la integración de las personas en el mundo. El caricaturista dice que sigue muy enojado por las amenazas que ha recibido, pero que su rabia lo ha ayudado a superar el miedo a un ataque.
Foto: Preben Hupfeld/EPA
EL DIBUJO:











