Enojado y dispuesto a todo, Donald Trump quiere saber quién filtra información sobre sus actividades a la prensa. Por ello, el portavoz y secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, revisó los teléfonos de sus colaboradores en un intento de hallar al responsable de las filtraciones que traen de cabeza a la Casa Blanca, de acuerdo con Politico y CNN.
Politico detalla que Spicer les recordó que enviar mensajes por aplicaciones como Confide (una aplicación de mensajería encriptada y captura de pantalla que elimina automáticamente los textos partir de su envío) o Signal viola las normas internas de la Casa Blanca. CNN refiere que el portavoz de Trump les dio instrucciones específicas de que no filtraran nada sobre esa reunión ni sobre sus esfuerzos para encontrar a los que están entregando esa información.
Los medios citan “múltiples fuentes anónimas «como base de sus informaciones. La Casa Blanca todavía no encuentra a los topos.
La campaña en busca de los topos empezó en su departamento de comunicación, lo que ha generado un ambiente de tensión.
Politico refiere que el secretario de prensa ha lanzando diatribas llenas de improperios a sus empleados.










