
Sara Hussein, corresponsal de AFP en Gaza hasta hace unos días, aprovechó las ventajas que ofrece Twitter para informar lo que se vivió en esa zona. A pesar de que se creó la cuenta hace tres años, nunca la había usando tanto como con este conflicto.
«No soy de las que odian Twitter. Es un medio útil para los periodistas, pero pienso que también es peligroso. Es una selva desconocida, donde la información inexacta viaja rápido y un paso en falso puede viajar alrededor del mundo antes de que te des cuenta del error», señala Hussein en un blog de AFP.
La reportera se encuentra en el Medio Oriente desde 2010, pero no pudo utilizar la red de microblogging para reportar las revueltas e Egipto, Libia y Siria porque las deficiencias tecnológicas de esos países no lo permitían.
«Esta es la primera vez (…) decidí hacerlo en un principio porque me pareció una buena idea, en lo personal y profesional. Es una manera fácil de permitir que mis amigos y familiares sepan lo que estoy haciendo, dónde me encuentro y que estoy viva, sin que tenga que enviar constantes correos electrónicos», indica.
Raining heavily in #Gaza, some thunder and lightning too
— Sara Hussein (@sarahussein) noviembre 22, 2012
More people head out to join the #Gaza jamboree yfrog.com/ob1t7zgj
— Sara Hussein (@sarahussein) noviembre 22, 2012
La corresponsal compartió datos sobre los bombardeos y fotos de estos, pero se aseguró de no publicar información que afectara la cobertura de su agencia.
Aunque ha recibido amenazas de algunos tuiteros, Sara continúa realizando su labor en 140 caracteres.
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