Las crónicas de Luis Miranda


La peor enfermedad de los nuevos cronistas y de los no tan nuevos es creer que las buenas historias deben ser escritas necesariamente en primera persona. El ‘yoísmo’ es una enfermedad periodística, de hecho YO comencé a padecerla en La República. Me duró algunos años. Pero no estoy libre de recaídas. Nadie lo está.

Las mejores historias no tienen al cronista de protagonista, de estrella. El periodista es parte de la historia, el periodista mira y experimenta, pero no tiene por qué introducir el YO en cada párrafo.

Una historia es buena cuando SE SIENTE que el periodista estuvo allí. Una historia es débil cuando SE VE que el periodista estuvo allí. Para lograr lo primero hay que manejar muy bien las técnicas narrativas, el sentido común, el buen gusto y la humildad. Para lo segundo simplemente hay que buscar la fama, y el reconocimiento fácil (pero, sobre todo, no dejes de hacer buenos amigos).

Luis Miranda es de los primeros. Es un cronista que SE SIENTE. Por eso, El Pintor de Lavoes y otra crónicas, de Ediciones del Erizo, es un libro imprescindible para quienes esperan construir historias perdurables.

Miranda sorprende con sus entradas (lead) elaboradas con alma de catchascanista, y sus finales de pintor que baila salsa en las bravas calles del Callao. Y aunque sabe ser delicado, por lo general el Oso Miranda te golpea con frases que nunca sabes cómo pudo inventarse, para esos finales que nunca se te ocurrieron.

Quienes alguna vez acompañamos la procesión travestida de la Virgen de la Floral sabemos de sobra que el Oso fue parte de la historia, pero lejos de hacerlo NOTAR decidió que el lector SINTIERA su presencia sin conocerle el rostro, el ego, y la clásica divagación de incomprendido o singular, pose inherente a esos cronistas que buscan la fama y el libro –recopilatorio de lo ya publicado- rápido.

El mejor cronista tiene una presencia invisible.

NOTA:
El libro está en varias librerías y también te lo llevan a casa, según me entero aquí.
Pedidos: elpintordelavoes@hotmail.com

No hay comentarios

  1. Tuve la suerte de haber leido tosas esas crónicas antes que entre a imprimirse.
    Sobre lo del YOismo es verdad, pero ¿qué se debe hacer cuando es un texto gonzo?

  2. Qué bueno que el gran Luis Miranda publique su obra para quienes no tuvimos la oportunidad de leer sus mejores crónicas. Celebro su talento periodístico.
    Feliciaciones, Esther por opinar con conocimiento de causa. Ese «yoísmo» todavía es muy celebrado por las editoriales y la comunidad de críticos (entiéndase, círculo de amigos).

  3. Felicitaciones por el nuevo diseño y gran texto sobre el Oso Miranda y las crónicas, y esa mancha de desadaptados que cree que la hizo linda.

    Merecemos sus lectores un texto sobre el periodismo gonzo, no cree???

  4. He leido el libro de Miranda y me parece el libro de cronica periodistica más encantador desde Ay Que Rico de Jaime Bedoya. Me he cagado de risa en muchas paginas y me he soplado todo en dia y medio a lo mucho. Gracias por recomendarlo.

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