
El periodista chino Wang Keqin fue presionado para dejar una investigación sobre corrupción. Según sus colegas, las autoridades del condado Badong lo amenazaron con detenerlo.
Sin embargo, escribió mensajes en Weibo, una red de microblogging similar a Twitter, sobre esta presión y fue apoyado por decenas de ciudadanos que llamaron al local policial de la zona y pidieron que no lo intervinieran.
Según la agencia Reuters, «La oficina de seguridad pública del condado pronto se vio abrumada por las llamadas. Fue como una ola de presión. Weibo me salvó esa vez, y yo también lo he utilizado para salvar a gente perseguida por las autoridades».
Para Wang, «Weibo ha creado un espacio mucho más libre que los medios tradicionales». Además, considera que los chinos se convierten en «periodistas ciudadanos».
El periodista espera que el gobierno chino no ataque a los microblogs, que tienen unos 200 millones de usuarios.









