El columnista de The New York Times Nick Kristof, quien se encuentra en Baréin cubriendo las protestas contra el régimen, recibió el impacto de los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas del orden de ese país y, horas después, fue sacado del lugar en un vehículo de la Policía.
El videorreportero que lo acompañaba fue golpeado y trasladado en otro auto de la Policía, según contó Kristof, quien fue liberado casi una hora después de su detención. Ya en libertad, ambos periodistas tuitearon lo sucedido.
Aunque el régimen de Bahréin impidió que los comunicadores realizaran su trabajo, el ministro del Interior de ese país tuiteó lo siguiente: “El corresponsal de New York Times no fue arrestado y él buscó la protección de la Policía”. Kristof se burló del mensaje.
A continuación un storify elaborado por una periodista de The Washington Post:











