Muchos fotoreporteros, como Michael Kamber —con 25 años informando (once en The New York Times)—, consideran que cubrir la guerra de Irak es la obra más importante de sus vidas. Pero la experiencia de Kamber jugó un rol incluso más decisivo.
El periodista lanzó un libro para contar a todos lo que sucede en ese territorio, a diez años del conflicto y con una visión de ‘primera fila’. Se titula Photojournalists on War: The Untold Stories From Irak. Este libro tomó 5 años, tiene relatos de otros fotógrafos de prensa y también le hace un homenaje a 151 personas, entre periodistas, fotógrafos y camarógrafos, que perdieron la vida en ese país.
Lo curioso —cuenta el sitio Slate— es que lo ayudó a superar el trauma. Kamber tuvo que lidiar con experiencias negativas que el libro contribuyó a superar. Según el reportero gráfico, se reconoce al periodista de guerra, pero también los impulsos y deseos que lo motivan a volver a zonas de conflicto.
Por otra parte, el material contiene fotografías e historias censuradas porque eran «horribles para el público americano». Se ven cuerpos despedazados y gente tirada en un charco de sangre, «lo de todos los días», refiere Kamber, quien asegura que trató de equilibrar las «fotos duras» con otras instantáneas que representan las diferentes facetas de la guerra.
ALGUNAS IMÁGENES:



