
La revista ecuatoriana Vanguardia demandó al presidente Rafael Correa por US$2 millones, debido al «daño provocado a la imagen de la revista y al prestigio de sus socios», luego de unas declaraciones del mandatario el 4 de agosto pasado.
Correa dijo en su enlace sabatino que Vanguardia “no paga a sus trabajadores, que incumple las leyes laborales, que su propietario es un abusivo, que se cobran multas ilegales, que no se han pagado decimotercero y decimocuarto sueldos, que no hay afiliación al IESS, que no hay roles de pago y contratos legalizados”.
Según el diario El Universo, días antes de este incidente, funcionarios del Ministerio de Relaciones Laborales y policías embargaron equipos de dicha publicación por supuestos incumplimientos con sus empleados. El medio recuperó sus equipos tras pagar una multa.
Ejecutivos de la mencionada publicación habían enviado una carta a Correa en el que rechazaban sus declaraciones y explicaban que estas representaron un grave daño a su prestigio empresarial y profesional. Al no obtener una respuesta, interpusieron la demanda.









