Después de ganar un premio Pulitzer, el periodista José Antonio Vargas confesó que era un ciudadano ilegal en Estados Unidos. En una entrevista con The Ithacan, señaló que se sintió muy mal al mentir para conseguir los trabajos que tuvo.
«Estaba paranoico de cometer un error. Dios, no quería ser acusado de plagio, o tener muchas correcciones o que la gente diga que tenía que revisar una cita. Soy un reportero muy cuidadoso», aseguró.
Afirmó que no cree que su labor como periodista pueda ser cuestionada o que las personas duden de la veracidad de la información que publica.
«He dicho varias mentiras blancas a mis amigos sobre por qué no podía viajar a una boda en México o por qué no estaba interesado en ser un corresponsal en el extranjero».
Revisa la entrevista aquí.











