Un periodista radial filipino fue asesinado ayer por unos sicarios que lo emboscaron mientras se dirigía a su casa, en la ciudad de Digos.
Sammy Oliveiro trabajaba como comentarista en Radyo Ukay. El portal Gulfnews informó que el periodista estaba con su pareja en su moto cuando unos sujetos lo abordaron y le quitaron la vida.
“Él estaba en camino a su casa, con su esposa, cuando unos sujetos en motocicleta le dispararon en la cabeza”, dijo el presidente de Unión Nacional de Periodistas de Filipinas, Rowena Caranza-Paraan.
Los testigos del hecho indicaron que el locutor radial, de 54 años, fue trasladado a un nosocomio. Falleció a los pocos minutos.
El conductor era conocido por denunciar el tráfico de drogas, el negocio de las apuestas ilegales y de corrupción gubernamental. En sus emisiones, Oliverio había arremetido contra funcionarios del gobierno por su incapacidad para frenar el juego ilegal y el tráfico de drogas.
Filipinas es considerado el tercer país con la tasa más alta de muertes de periodistas en el mundo. Según cifras del Comité para la Protección de los Periodistas, desde 1992 hasta 2013, han muerto 72 profesionales de la información.
El caso es investigado por las autoridades. Pero el gremio teme que al igual que otros casos, la muerte de Oliveiro quede impune.